Agua Subterránea.

Del total de agua procedente de las precipitaciones, una parte circula por la superficie terrestre, otra se evapora, y una tercera se infiltra en la tierra. Las partículas del suelo forman espacios vacíos que se intercomunican entre sí como una red complicada de conductos, por donde circulará el agua.
Las partículas del suelo compuestas de minerales, absorben cierta cantidad de agua mientras el agua ingresa al interior del suelo, a este ingreso no uniforme de agua durante el humedecimiento del suelo se lo llama infiltración. A medida que el agua continua ingresando, las partículas de suelo se saturarán y dejarán de adsorber agua, por lo que el agua descenderá cada vez más hasta llegar a una profundidad donde todos los espacios vacíos del suelo estén llenos de agua. A toda esa acción del movimiento del agua hasta alcanzar la zona de saturación se la llama percolación. El agua retenida en el interior del suelo saturará los espacios vacíos del suelo donde empezará a desplazase uniformemente hacia lagos y otras fuentes de recarga. A este movimiento uniforme del agua a través del suelo saturado, se lo llama flujo de agua subterránea.
La infiltración, depende en gran manera de la estructura del suelo, en suelos de grano grueso como arenas y gravas la infiltración es rápida, mientras que en suelos finos como arcillas es muy lenta. La infiltración cesa una vez que los espacios vacíos del suelo se llenan de agua, de manera que si el ritmo de agua continua, se dará paso a un flujo de agua.

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