UNIONES - EDIFICIOS MODULARES

Como ya se ha indicado anteriormente, del correcto diseño de las uniones depende que el trabajo de la estructura sea acorde al del modelo previsto para el cálculo y que, por tanto, las solicitaciones obtenidas para sus elementos correspondan a las reales.

Las uniones pueden calificarse como rígidas, semirígidas y articuladas dependiendo de su capacidad de giro. Esta viene determinada por el grado de empotramiento K definido por el cociente entre el momento real que es capaz de absorber la unión y el momento de empotramiento perfecto que correspondería al extremo de la pieza estudiada (viga o pilar).

Según dicho coeficiente K, las uniones se clasifican en:

• Uniones rígidas K >=  90%
• Uniones semirigidas 20% < K < 90%
• Uniones articuladas K <=  20%

La imprecisión existente en el análisis estructural al considerar el grado de empotramiento de cada unión dificulta su cálculo. Por ello, en lo que sigue a continuación se incluyen únicamente uniones cuyo diseño garantiza unos comportamientos próximos a los teóricos (rígidos o articulados exclusivamente). Existe bibliografia específica que debe consultarse si se desea calcular con uniones semirigidas (Eurocódigo 3).

Por todo lo anterior, el estudio de las uniones debe realizarse meticulosamente, teniendo en cuenta, su gran influencia en el costo total de la obra.

Por ello, tanto bajo el punto de vista económico, como de garantía de calidad, se va a dar el máximo protagonismo a las uniones atornilladas como el sistema preferencial de uso en obra, siguiendo las tendencias actuales.

El uso de uniones soldadas en obra no está proscrito, pero debe limitarse al máximo. Se desarrollan estas uniones (fig. 3.13. y 3.14.).


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