REDUCCIÓN DE SOBRECARGAS DE ENTRAMADOS

Surge inmediatamente a examen el problema de la reducción de sobrecargas cuando la zona cargada es de gran extensión. Se trata en el fondo, del reconocimiento intuitivo de que en algunos tipos de sobrecarga de uso la probabilidad de presentación de un estado de sobrecargas con su valor característicot, en zonas muy extensas, es pequeña. Es fkilmente concebible que dicho estado se presente en un Estadio de Fútbol, pero es evidente su escasa probabilidad en un Edificio de Oficinas de muchas plantas y más escasa aún en un Edificio de Viviendas.

Por otro lado, es obvio en muchos casos de sobrecarga que ci valor a considerar es más reducido cuanto mayor es el área cargada.

Finalmente es claro también que la probabilidad de que se produzca la sobrecarga característica prevista en el forjado F- 1, que supone la sobrecarga F-1 sombreada de la figura 9-4 a), es mayor en muchos tipos de sobrecarga de uso, que la de que se produzca el estado de sobrecarga máxima prevista en la viga 1-2, lo que supone la sobrecarga íntegra de las zonas F- 1 y F-2 (Fig. 9-4 b) y mayor a su vez que la de que se produzca la sobrecarga máxima prevista para el pilar 1 en esa planta, que supone la sobrecarga simultánea de las zonas F-l, F-2, F-3 y F-4 (Fig. 9-4 c). Es cierto, en cambio, también, que la importancia de la pieza en el conjunto de la estructura suele ser mayor para un pilar que para una viga y para una viga que para un forjado.