Normas en la Manera de Considerar un Agua para su Utilización en el Hormigón.

La Norma Española y la Americana difieren en la manera de considerar un agua para su utilización en el Hormigón.

La Norma ACI cita:

“El agua no potable no será utilizada en hormigón a menos que cumpla las siguientes condiciones:

  • La dosificación del hormigón debe basarse en pruebas en que se ha usado el agua de la fuente ha ser utilizada.
  • El mortero de las pruebas hechos con agua no potable debe tener resistencias a los 7 y 28 días iguales o por lo menos del 90% de la resistencia de muestras idénticas, excepto por el agua de mezclado, que será potable.
Las Sales u otras sustancias nocivas contribuidas por el agregado o las adiciones deben sumarse a la cantidad  que  puede  contener  el  agua  de  mezclado.  Estas  cantidades  adicionales  deben  ser consideradas al evaluar la aceptabilidad del total de impurezas que pueden resultar nocivas tanto para el hormigón como para el acero.

La norma ACI establece que el agua debe estar limpia y libre de cantidades perjudiciales de aceites, álcalis, sales, materia orgánica y otras sustancias nocivas para el hormigón, dando limites para la concentración del ion cloruro proveniente tanto del agua como del cemento, agregados y aditivos, tanto para hormigón presforzado como armado, como se muestra en la tabla 4.4; y la concentración de sulfato en el agua, como se muestra en la tabla 3.1, debe usarse la fuente más limpia y clara de agua.

 
La ASTM C94 o AASHTO M 157



* Agua de lavado reusada como agua de mezclado en hormigón, puede exceder la concentración de Cloruro y Sulfato si se demuestra que la concentración calculada en el total del agua de mezclado, incluyendo agua aportada por los agregados y otras fuentes, no exceden los limites establecidos.
** Otros métodos de ensayo que hayan sido demostrado que proporcionan resultados comparables, pueden ser usados.
£Para condiciones permitidas de uso de CaCl2 como aditivo acelerador, la limitacion de Cloruro talvez no deba ser aplicada por el comprador.

La Norma Española (EHE) cita:

“Cuando no se posean antecedentes de su utilización, o en caso de duda, deberán analizarse las aguas, y salvo justificación especial de que no alteran perjudicialmente las propiedades exigibles al hormigón, deberán cumplir las condiciones indicadas en la tabla 3.3”.

Conviene analizar, sistemáticamente, las aguas que ofrezcan dudas para comprobar que no aumenta su salinidad o demás impurezas a lo largo del tiempo (como suele suceder, por ejemplo, cuando el abastecimiento proviene de pozos).

Si es absolutamente obligado emplear un agua sospechosa, convendrá forzar la dosis de cemento (no menos de 350 kg/m3) y mejorar la preparación y puesta en obra del hormigón.
En nuestra ciudad la empresa encargada de distribución de agua potable, SEMAPA, no permite el uso del agua de la red para su empleo en la construcción, por lo que al inicio de una obra se suele construir un tanque de almacenamiento -que en lo sucesivo será utilizado como el tanque de la construcción en cuestión- y se compra el agua de cisternas o se consigue el agua de la mejor fuente que se pueda encontrar en el sitio.


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