El almacenamiento de agua en atajados es una técnica antigua en áreas áridas y semiáridas, mediante la cual se almacena la escorrentía de agua pluvial, o agua de otras fuentes, en estanques excavados en la tierra. El agua luego se utiliza para abrevar al ganado, para riego o para uso doméstico, en caso de que las lluvias sean irregulares o durante el periodo de estiaje. Tradicionalmente son estanques pequeños excavados a mano, como en la foto 3.1.
FOTO 3.1 ATAJADO EN CONSTRUCCIÓN [Ref. 8]
En los últimos años la demanda de agua en áreas áridas y semiáridas se ha incrementado considerablemente. En cierta época del año la intensidad de la precipitación en estas áreas es elevada y supera la capacidad de infiltración del suelo. Esto significa que mucha agua escurra sin poder ser aprovechada, sea para la producción agropecuaria, sea para consumo humano. Los atajados pueden ser una alternativa buena y barata, frente a represas grandes o en combinación con ellas, a fin de captar esta agua y utilizarla de manera eficiente.
Además, en muchos casos, la intercepción del agua mediante los canales de captación y aducción hacia los atajados, coadyuva a reducir la erosión hídrica.
1.1 Ubicación
La ubicación de un atajado es importante para un funcionamiento apropiado. Para la construcción de un atajado, hay que tomar en cuenta la ubicación del área de aporte y del área servida. A fin de garantizar el almacenamiento de agua, es importante que el material de construcción tenga una baja capacidad de infiltración
De ser posible se evitará construir atajados de poca profundidad y con espejos de agua relativamente extensos, a fin de evitar las pérdidas por evaporación. Desde el punto de vista económico, conviene construir un atajado en un lugar donde menos movimiento de tierra sea necesaria para obtener una capacidad de almacenamiento máxima, como por ejemplo: en una depresión natural cerca del área a ser regada o del abrevadero para los animales.
1.2 Topografía
Los atajados pueden ser construidos en terrenos de variada pendiente. La más adecuada es la comprendida entre el 4% y el 15%. No se aconseja la implementación de atajados en pendientes con una inclinación mayor del 15%, debido a la inestabilidad del terraplén cuesta abajo. En terrenos con pendientes mayores se necesita mayor movimiento de tierra para lograr la misma capacidad de almacenamiento, de manera que vale la pena buscar un lugar estratégico en la pendiente, como por ejemplo una depresión natural.
1.3 Características del suelo
Suelo en el lugar de la obra
Las características del suelo son determinantes para el éxito de los atajados. Tanto para la estabilidad de los terraplenes como para la impermeabilidad. En términos generales, se puede decir que los suelos con un elevado contenido de arcilla caolinita2 son los más aptos para la construcción de atajados. Pero también suelos con un contenido relativamente elevado de arcilla illita3, y en menor grado montmorillonita4 pueden ser utilizados para la construcción de atajados. Aunque existen excepciones se puede delimitar la aptitud de suelos para la construcción de atajados con la siguiente regla.
Los más aptos para la construcción de atajados son los suelos con:
Extrapolando esta regla al triángulo de las clases de textura se tiene la siguiente figura3.2.
FIG. 3.2 AMPLITUD DE SUELOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE ATAJADOS [Ref. 8]
Para la utilización de la figura 3.2 se explica con el siguiente ejemplo: si la distribución de las partículas del Suelo “A” muestra 25 % arena, 25 % limo y 50 % arcilla, entonces entramos a la grafica, con estos porcentajes de la arena, limo y arcilla; este suelo cae dentro da la zona de Arcilla, es decir que este suelo es apto para ser utilizado en atajados.
Se debe evitar la construcción en suelos arenosos, rocosos, porosos, o suelos con fenómenos como tubificación y/o con un elevado contenido de cal o sal. Antes de iniciar la construcción se debe conocer las características del suelo, tanto de la capa arable como del subsuelo. En áreas con suelos heterogéneos se recomienda excavar calicatas en cada lugar previsto para la implementación de atajados, a fin de analizar la aptitud del suelo y de esta manera evitar problemas durante la construcción y el almacenamiento de agua posterior.
Suelo en el área de aporte
En estos suelos se aprovechará al máximo el volumen de precipitación. Además, la vida útil del atajado será mayor, debido a una baja carga de sedimento en la escorrentía.
En situaciones donde existen suelos con elevado riesgo de erosión se tendrá que tomar medidas contra la erosión a fin de evitar sedimentación en el atajado. Sin embarco, muchas medidas contra la erosión causaran mayor infiltración del agua en el área de aporte causando una disminución del volumen total de escorrentía de agua. Esto se debe tomar en cuenta durante el diseño del atajado, para aumentar el área de aporte o disminuir el volumen de diseño de almacenamiento.
1.4 Capacidad del atajado
Es importante determinar la capacidad apropiada de un atajado o de un conjunto de los mismos para lograr un uso óptimo de los recursos. La capacidad está en función del volumen de las fuentes de agua y del uso posterior del agua almacenada, Conociendo el volumen disponible de las fuentes y el uso posterior del agua almacenada se puede hacer el diseño de la capacidad del atajado.
1.5 Obras Complementarias
Para un buen funcionamiento y un uso sostenible del atajado son necesarias la implementación de obras complementarias a la excavación del atajado y a la conformación de los terraplenes. Estas obras especialmente se implementan para captar y expulsar el agua de manera eficiente y sostenible. Las obras complementarias de los atajados son:
- Sedimentador
- Canal de ingreso
- Sistema de desfogue
- Cámara disipadora de energía
- Aliviadero
- Canal de perimetral
- Cerco de protección perimetral
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