Clasificación y características de los puentes atirantados.



Los puentes atirantados han llegado a tener un uso muy amplio desde los años cincuenta para puentes de luces medianas y largas, debido a su economía, rigidez, cualidades estéticas y facilidad de montaje sin andamiaje. En dichos puentes se utilizan cables tensos que conectan las torres a una luz para proporcionar apoyos intermedios para ella. Este principio ha sido entendido por ingenie­ros de puentes por lo menos desde hace dos siglos. Los puentes atirantados con cables son económicos para puentes de luces intermedias, en el intervalo entre las apropiadas para vigas principales de tablero (por lo común hasta 183 u  244 metros pero que requieren alturas extremas, hasta de 10 metros) y las más largas de puentes colgantes (más de 305 metros). Entonces, los puentes atirantados encuentran por lo general su aplicación en el intervalo de luces de 183 a 488 metros, pero luces de longitudes hasta de 793 metros, pueden ser económicamente posibles.

Un puente atirantado tiene sobre un puente colgante la ventaja de mayor rigidez. Las vigas cajón de celda sencilla o de celdas múltiples, atirantadas, poseen gran rigidez torsional y lateral. Estos factores hacen la estructura estable contra el viento y sus efectos aerodinámicos.

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