El piso de la planta baja de una estructura como ésta consiste invariablemente en una losa de concreto (fig. 11.1). En bodegas o edificios industriales, el piso puede estar sujeto a cargas distribuidas muy pesadas y a cargas concentradas de las ruedas de las carretillas elevadoras. Por otra parte, si la estructura tiene solamente un piso, las zapatas soportan columnas sujetas a poco más que el peso del techo y posiblemente, a cargas ocasionales de nieve. Así, el piso puede considerarse como el elemento de carga principal. Las zapatas pueden desplantarse en excavaciones de poca profundidad de manera que las caras superiores de las zapatas formen parte del piso, como se muestra en la fig. 11 .4a. Como alternativa, la losa del piso puede colarse directamente en el lecho superior de las zapatas (fig. 11.4b). Las zapatas desplantadas a varios metros abajo del nivel del suelo (fig. 11 .4c), requieren la compactación de los rellenos que quedan debajo del piso. En este último caso, el grado de compactación obtenido arriba de la zapata suele diferir del obtenido en el terreno adyacente, especialmente cerca de las columnas, por lo que es dificil de evitar el agrietamiento del piso; en consecuencia, son preferibles las disposiciones mostradas en las figs. 11.4a y 11 .4b. Por supuesto, las zapatas exteriores deben llevarse a un nivel inferior al de congelación y no podrá evitarse la colocación del piso adyacente sobre relleno. El relleno requiere una cuidadosa compactación para dar el soporte adecuado para la losa del piso cercana al muro exterior.
Figura 11.4 Disposiciones comunes de las zapatas
interiores con respecto a la losa de piso.
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