Son aquellas en que las uniones entre vigas y pilares constituyen nudos
rígidos, capaces de transmitir momentos entre si, constituyendo pórticos
capaces de resistir esfuerzos horizontales, transmitiéndolos a la cimentación
(Fig. 3.4.). El proyectista debe diseñar con detalle estos nudos para
asegurarse de que en su realización son realmente rígidos y, por tanto,
funcionan de acuerdo con las hipótesis de cálculo.
En este tipo no son necesarias estructuras triangulares de arriostramiento, lo que, en muchos casos, puede ser un condicionamiento decisivo. La estructura es más compleja de ejecución debido principalmente a los nudos, y su peso, es generalmente, más elevado.
En casos de terrenos con asientos previsibles, su alto grado de hiperestaticidad las hace menos adecuadas que las anteriores.
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