UNIÓN ENTRE VIGAS - EDIFICIOS MODULARES

1 Empalmes.

En el caso de vigas continuas, los empalmes, obligados por las limitaciones de la longitud para el transporte, deben situarse en los puntos en los que, para la hipótesis de carga mas desfavorable, se den las menores solicitaciones. Estos puntos generalmente coinciden con los de momento nulo. Cuando se trata de luces similares, esos puntos se dan a una distancia de los apoyos de entre un 15% y un 20% de la luz. Una primera solución consiste en el empleo de cubrejuntas de ala y alma. En ella, se considera que el esfuerzo cortante es resistido por los cubre- juntas del alma, y el momento flector se distribuye entre cubrejuntas de alas y alma en proporción a las inercias de las alas y el alma de la sección bruta del perfil. Los tornillos se calculan a doble cortadura. Los de las alas según el esfuerzo normal que el momento flector correspondiente produce en ellas, y los del alma con la totalidad del esfuerzo cortante y el momento flector correspondiente (fig. 5.4.)


Una segunda solución es la de chapa de testa, en la que los tornillos trabajan a tracción y a cortadura (Fig 5.5)


Otra solución es la soldadura a tope de alas y alma, que sólo debe realizarse en obra si los medios de control son apropiados.

2. Embrochalado de vigas.

La unión de un brochal con una viga principal se realiza, generalmente, suponiendo que su unión es una articulación. Para ello es preciso realizarla de manera que esta hipótesis pueda válidamente cumplirse.

La forma más habitual de realizarla es atornillando las almas de ambos perfiles mediante angulares. La unión por el alma y el juego de los tornillos permite suponer una transmisión nula del momento, y considerarla como una articulación real (fig.5.6.).



En casos excepcionales puede realizarse la unión soldada entre las almas (fig. 5.7.), procurando que la longitud del cordón sea la menor posible, es decir, la estrictamente necesaria para la transmisión del esfuerzo cortante. Esta disposición no es recomendable, debido a que se precisa una gran exactitud dimensional dificilmente alcanzable en obra.



Otro sistema (mixto entre los indicados), bastante utdizado, es el de unión con angulares soldados en taller a la viga secundaria y posteriormente atornillados a la viga principal.

El posicionamiento de los perfiles se realiza por medio de un angular o cuadradillo de apoyo soldado en taller a la viga principal. Generalmente es necesario efectuar el despalmillado de una o dos de las alas de la viga secundaria, por lo que se deben comprobar los esfuerzos en la sección reducida.

En el caso en que se quiera dar continuidad a dos vigas secundarias en su embrochalamiento a la viga principal, transmitiendo el momento entre ellas, se pueden utilizar cubrejuntas para la transmisión del esfuerzo del ala traccionada como se indica en la figura (fig. 5.8.), mientras que la compresión del ala inferior se transmite por contacto y el esfuerzo cortante por medio de angulares, como en el caso anterior. Los tornillos de unión del cubrejuntas se dimensionrán de unión del cubrejuntas se dimensionarán a cortadura simple. Esta solución puede conseguirse igualmente por medio de soldadura (fig. 5.9).


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