Cada bolsa de cemento al ser suministrada debe llevar impreso en sus caras el tipo y clase de cemento, así como la marca comercial y las restricciones de empleo.
Para un adecuado manejo, posterior buen rendimiento del cemento, se recomienda observar las siguientes reglas:
• El almacenamiento de las bolsas de cemento se debe realizar en ambientes secos y ventilados, preferentemente en un depósito cerrado e impermeable.
• Apilar en pilas de no más de 10 bolsas y sobre madera a unos 10 cm del piso y separar las pilas de las paredes, evitando el contacto de la bolsa con estos, para que el cemento no absorba humedad,
• Apilarlas de modo de minimizar la circulación de aire entre ellas y cubrirlas con láminas de plástico resistente, protegiéndolas de corrientes de aire húmedo.
• Almacenar las bolsas de modo de ir utilizándolas en el mismo orden en que se las fue recibiendo.
• Si las bolsas son guardadas en almacenes cerrados y sobre tablones de madera la pérdida de resistencia probable en 3 meses es del 15% y en 6 meses del 25% aumentando sucesivamente, así como un aumento del tiempo de fraguado;
• Si el período de almacenamiento ha sido superior a un mes, se comprobará que las características del cemento continúan siendo adecuadas. Para ello, se realizarán los oportunos y previos ensayos de fraguado y resistencias mecánicas a tres y siete días, sobre una muestra representativa del cemento almacenado, sin excluir los terrones que hayan podido formarse.
Una manera práctica de evaluar se ha habido hidratación parcial del cemento almacenado consiste en tamizar una muestra por el tamiz Nº100, calculando el porcentaje retenido. Este % retenido, sin haber sufrido hidratación, oscila entre 0 y 0.5%.
Si el almacenamiento se realiza a granel, la conservación del cemento se efectua facil y correctamente en silos metálicos, estos pueden ser fijos, como los que poseen las plantas
dosificadoras, o móviles (portatiles) (figura 1.14).
FIGURA 1.14 Silo Movil
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