CONSIDERACIONES GENERALES
Las mezclas asfálticas están formadas por
un material pétreo bien graduado y cemento asfáltico como ligante. Se elaboran
en una planta que calienta el material pétreo a una temperatura de 140 ó 150 ºC y el cemento
asfáltico a una temperatura de 110
a 130
ºC.
Después que el material pétreo esté
caliente y seco se mezclan sus componentes de acuerdo a una composición
granulométrica aprobada, incorporándole a continuación el cemento asfáltico en
una cantidad previamente definida.
Las mezclas terminadas se extienden en
capas uniformes en el espesor y ancho requeridos, para luego ser compactadas a
temperaturas superiores a los 90
ºC.
Un pavimento de concreto asfáltico debe
cumplir los siguientes objetivos principales:
a. Suficiente estabilidad en la mezcla como
para satisfacer las exigencias del
servicio y las demandas del tránsito sin distorsiones o desplazamientos.
b. Suficiente asfalto para asegurar la
obtención de un pavimento durable, que resulte del recubrimiento completo de
las partículas de agregado pétreo, impermeabilizando y ligando las mismas entre
sí, bajo una compactación adecuada.
c. Suficiente trabajabilidad como para
permitir una eficiente operación constructiva en la elaboración de la mezcla y
su compactación.
d. Suficientes vacíos en la mezcla
compactada, para proveer una reserva que impida, al producirse una pequeña compactación
adicional, afloramientos de asfalto y pérdidas de estabilidad.
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